El retrato es un género que ha evolucionado desde sus inicios en la pintura, existe casi a la par de la invención de la fotografía, y sigue hasta hoy en día con las fotos que todos tomamos de nuestros familiares y amigos con nuestro smartphone.

Se sabe que el primer retrato fotográfico fue una selfie de Robert Cornelius tomada en el año de 1839 solo 12 años después de la invención de la cámara fotográfica.

Debido a la longevidad de este género lo hace uno de los más representativos de la práctica fotográfica y por ende uno de los más explorados a lo largo de su historia.

Como expresión artística el retrato fotográfico es más que la mera reproducción de alguien en una imagen.  Retratar a una persona es sincronizarse por una fracción de segundo con el sujeto frente a la cámara. En palabras de Rodrigo Chapa “retratar es saber leer a las personas y plasmar su esencia en una imagen”.

Rodrigo me recibe en su estudio en la Col. Roma, me ofrece un café y nos sentamos a platicar de sus inicios, sus influencias y su trabajo como fotógrafo retratista.

Rodrigo, ¿Como inició tu relación con la fotografía? ¿Cual fue el detonante para dedicarte y vivir de esto?

R: Empecé a tomar fotos antes de que supiera lo que estaba haciendo. Tomaba fotos de todas mis mascotas con una cámara de 110. Tenia muchos animales, entonces creaba series de todos ellos. Aquí es donde comienza mi relación con la fotografía, donde me doy cuenta que me daba la oportunidad de crear colecciones de las cosas importantes para mi.

Es una relación un tanto obsesiva y creo que seria muy difícil separarme de la fotografía. Tanto del proceso como del acto fotográfico.

¿Como empezaste en esta práctica, estudiaste fotografía?

R: Soy diseñador industrial, en Monterrey no había oferta de carrera de fotografía en ese entonces y opte por la carrera de diseño industrial. Empecé haciendo fotografía de producto y sociales  para así empezar a hacerme de equipo y financiar mis propios proyectos.

Se me hace muy fácil estar con una persona en el estudio, experimentar con las variables ¿sabes?. Silencio, música, plática, el lado psicológico en retratar a una persona es muy interesante.

De tu proceso creativo en el retrato, ¿que pudieras decir es lo que más disfrutas hacer?, ¿hay algo que no te guste?

Me gusta todo en el proceso fotográfico . Trabajo con diferentes formatos y métodos. Me gusta la fotografía análoga  ya sea 110, 120, 35mm y  todos los medios formatos. Me encanta el colodión húmedo y estar horas en el cuarto oscuro. Últimamente he trabajado mucho éste proceso.

Creo que lograr la conexión y empatía con tus modelos es  gratificante, tener una cámara en la mano te da ciertas credenciales, permisos y tratos mas personales. Diría que estoy en mi zona de confort. Me siento cómodo.

-c/CK: Me imagino que existen retos y obstáculos al tomar fotografías de personas que no han sido retratadas nunca. ¿Como logras romper el hielo y que confíen en ti para retratarlos.?

La gente siempre le tiene miedo a la cámara. No estamos acostumbrados a estar frente a ella. Yo no trabajo con actores ni con modelos, trabajo con personas que no están familiarizadas con la cámara. Hay que aprender a leerlas, ser empático y saber mandar y recibir señales.

La persona pone muchas barreras, tu trabajo es quitarlas. Entrar en confianza. No soy una persona muy social pero soy bueno conversando uno a uno con una persona. Solo así logras estar libre de máscaras. Si trabajara con artistas estoy seguro que esto no seria un problema. Los actores y actrices ya se conocen, las personas batallan para sentirse cómodos y abrirse frente la cámara

Hablemos de Memorias, lo más reciente de tu trabajo. ¿Que me puedes decir de los personajes? ¿De donde surgieron estos escenarios?

Empezó en el 2015 retratando a Flip Tamez, guitarrista de Jumbo, aunque fue una producción sencilla tardé 3 meses en lograr la imagen. Surgió de la ganas de coleccionar momentos que han sido importantes para mi, puntos de quiebre en mi vida. Desilusiones y obsesiones que han tenido un impacto personal. Este proyecto fue la única forma de tener acceso a ellas. Quizás exagerando un poco la realidad, maquillándola de cierta forma para así crear una colección de puestas en escena que, mediante elementos de reminiscencia cinematográfica, como la iluminación y caracterización de los personajes, hago de esta serie una simulación de mis recuerdos. A veces retratan la visión que tengo de mi mismo. Una representación introspectiva de fantasías recurrentes de personas que han tenido algún impacto en mi vida y mi relación con ellas. Sus historias y el rol que yo jugué en estas.

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Scargirl

Ahora que ha evolucionado esta serie después de 3 años y que fuiste beneficiario de la beca FONCA para producirla ¿Que planes tienes para ella?

.Si, actualmente esta serie  esta expuesta en el Centro de las Artes de San Luis Potosí como parte de la muestra de la generación beneficiada el año pasado por el FONCA.

Podría decir que es un primer capitulo, en el segundo quisiera trabajar mas íntimamente con un solo sujeto. Contar una sola historia con una realidad maquillada, usando como personaje a una persona que conocí hace poco y vi en él potencial para usarlo como actor en este segundo capitulo de la serie. Esto para obtener un grado mayor de conexión. Quiero que tenga algo de input, alguna especie de entrada en la atmósfera de estos estados de transición y catarsis. Crear esos momentos en lo que nos damos cuenta que muchas veces estamos solos.

Por ultimo, ¿que pudieras aconsejar a fotógrafos emergentes y aficionados que empiezan en esta disciplina para desarrollar proyectos tan personales como el tuyo?

Hablar de uno mismo y poner un poco de ti en el resultado final. Cuando hablas desde el alma el resultado será mas elocuente, más honesto. Es difícil y tardado encontrar ese punto, pero es más gratificante.  Es obsesionarse con algo pero siempre conociendo tus alcances porqué al final de cuentas es un proyecto que hablará de ti como persona y fotógrafo.

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